Los ahogos ocurren más comúnmente en niños pequeños y en gente que no sabe nadar, pero también nadadores experimentados son susceptibles dependiendo de las condiciones climáticas, las corrientes, su salud y otras circunstancias.

El ahogo es una de las principales causas de muerte entre los niños en edades de 1 a 4 años. Solo toma unos pocos segundos para que un niño se ahogue, y niños pequeños se pueden ahogar en unas pocas pulgadas de agua – en la bañera, el sanitario o en un cubo.

Los padres deben mantenerse atentos cuando sus niños están cerca de lugares con agua, especialmente piscinas, en la playa o en lagos. Además, los padres deben saber los límites de la habilidad de sus niños para nadar y deben establecer reglas firmes para jugar alrededor del agua, y nunca dejar a los niños sin supervisión. Por cada niño ahogado se atienden más de 10 niños en las alas de emergencia por haberse casi ahogado.

Además de esto, los accidentes de navegación también pueden causar ahogamientos. Aunque, de acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDCP) ,el uso de chalecos salvavidas  ha aumentado , el 90 por ciento de las personas que mueren en accidentes de navegación no llevaban ningún equipo de flotación. El que usted sepa nadar no significa que debe ir en un bote sin chaleco salvavidas. El uso de chalecos salvavidas es importante para cualquier persona envuelta en actividades marinas.

Si parece que una persona se está ahogando (i.e. agitando las manos en el agua, gritando y pidiendo ayuda, tosiendo o hundiéndose, o parece estar inconsciente o flotando en el agua), revise el área, alerte al salvavidas, si hay uno cerca, y entonces llame al 911 o al número de emergencia local. Además:

• No trate de rescatar a la persona que se está ahogando mientras usted está en el agua a no ser que usted tenga entrenamiento para hacerlo y tiene el equipo necesario de salvamiento. Las personas que se están ahogando pueden entrar en pánico y empujarlo a usted bajo el agua con ellos; circunstancias peligrosas - como fuertes corrientes y resacas – pueden también ponerle en peligro.
• Si es posible, trate de llevarle o arroje un objeto que flote a la persona con problemas desde un punto seguro fuera del agua, como un barco, una escalera de la piscina o un muelle.
• A la persona rescatada del agua, inclínele la cabeza hacia atrás, levántele el mentón y revise la respiración y otras señales de vida. Expulse líquidos u otros objetos de la boca.

Si la persona no está respirando, dele dos respiraciones lentas de rescate. Si las respiraciones de rescate penetran, dele CPR. Si las respiraciones de rescate no entran, reposicione las vías respiratorias e inténtelo de nuevo.

Si la persona sigue sin respirar después de que las respiraciones de rescate son administradas, vea la sección de ahogamiento inconsciente.

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